sábado, 29 de agosto de 2009

Mosaico de Ajedrez

http://www.cidse.itcr.ac.cr/revistamate/ContribucionesN12001/ajedrez/pag2.html
De Max Chaves Fernández, Alexis Murillo Tsijli, Manuel Murillo Tsijli en Revista Matemáticas, Educación e Internet, REVISTA VIRTUAL (Derechos registrados)

UN MOSAICO DE AJEDREZ
Introducción
La milenaria existencia del ajedrez, es una prueba más del gusto de la humanidad por el razonamiento matemático. Porque, a fin de cuentas qué es el ajedrez sino un conjunto de problemas matemáticos disfrazados de juego? Y es por eso que a lo largo del tiempo, las reglas del ajedrez han evolucionado: entre más complicadas y amplias son las reglas, mayor es la dificultad para encontrar las soluciones y, por lo tanto, es más emocionante enfrentar el reto. El ajedrez se ha actualizado a lo largo de la historia, adecuándose a los avances que se experimentan en otras disciplinas, como el arte militar, la política, etc. De esta manera, la lógica matemática realiza una exquisita síntesis simbólica del quehacer humano. Por esta razón, el ajedrez no morirá nunca, pues seguirá evolucionando con el conocimiento humano.

El ajedrez no es, como algunos piensan, un simple juego en donde dos ejércitos se enfrentan en un duelo a muerte. El ajedrez es arte, ciencia y deporte. Este nos enseña que debemos, como en la vida, a planear una estrategia, llevarla a cabo, valorar nuestras fuerzas, encontrar debilidades y puntos fuertes, nos enseña a aprender de nuestro errores. No solo nos da satisfacciones deportivas sino tambien satisfacciones intelectuales. Nos enseña a dominar nuestros instintos y canalizar toda nuestra energía, física y mental, en un solo objetivo, la victoria. Han sido muchos los artistas: músicos, cineastas, poetas, etc; científicos, religiosos, políticos, etc. quienes en el ajedrez han encontrado una gran fuente de inspiración y de sociego para su espíritu. En este trabajo pretendemos ilustrar cómo el ajedrez está relacionado con otras áreas del conocimiento universal, incluyendo la matemática y la física.

El ajedrez como herramienta útil para la enseñanza, se utiliza y recomienda en varios países del mundo. Ejemplos notables de ello son Cuba, Argentina, Rusia y hoy con más insistencia que nunca, España. No es nuestra intención profundizar en estas experiencias, sino que las mencionamos para demostrar que en el mundo, la idea de utilizar el ajedrez con fines pedagógicos no es nueva y ha dado excelentes resultados.

"Precisamente lo que se encuentra en el núcleo de la crítica al sistema educativo es que no induce al niño a pensar por sí mismo, esto es, autonómicamente. El ajedrez, como materia, se ubica rotundamente fuera de esa crítica, en tanto requiere del sujeto justamente una actividad, ya no sólo meramente asociativa y rememorativa, sino práctica, en tanto al final es necesario realizar una jugada. Esta praxis que se revela en la jugada de ajedrez, además, imbuye al niño en un mundo de saberes estructurados que debe retrotraer selectivamente, así como lo incita a usar su creatividad para resolver las situaciones que se le presentan. Asimismo, nos topamos con otras características intrínsecas de la actividad ajedrecística. En principio es un juego, y como tal, su función es básicamente entretener, divertir si se quiere (si no se le tiene mucho apego al resultado). En este sentido, como actividad lúdica, se sale del marco estructurado y parcialmente aburrido de las clases tradicionales"
Valdés, Leonardo. Ajedrez y Educación, UCR. Presentado en el Curso Nacional de Entrenadores de Ajedrez, Federación Costarricense de Ajedrez Organizado, 1998.

Y continúan Chaves y los Murillo:
Cualidades del ajedrez:
1. Ejercita la memoria.
2. Desarrolla el sentido de responsabilidad.
3. Fortalece el carácter para la toma de decisiones.
4. Fortalece el espíritu creativo.
5. Incrementa la paciencia.
6. Desarrolla el razonamiento lógico.
7. Desarrolla la inteligencia emocional y la intuición.
8. Desarrolla un sentido de la universalidad del conocimiento y la unión de las ciencias.
10. Fomenta las relaciones sociales y el respeto por la diferencia de las personas.
11. Incentiva el estudio de la filosofía, la historia, las matemáticas y la informática.
12. Promueve hábitos de estudio, lectura e investigación.

El cuadrado Mágico de Benjamin Franklin


Este cuadrado mágico fue ideado por Benjamin Franklin, eminente norteamericano, multifacético y además, amante del ajedrez.

Este cuadrado mágico basado en el tablero de ajedrez produce estos resultados en sus sumas:

- Cada renglón (horizontal)suma 260
- Cada columna suma 260
- La primera mitad de cualquier renglón suma 130
- La segunda mitad de cualquier renglón suma 130
- La primera mitad de cada columna suma 130
- La segunda mitad de cada columna suma 130
- Los cuatro números de las esquinas más los cuatro números del centro suman 260
- La suma de los cuatro números de cualquier cuadrado de 2 x 2 es 130
- Los cuatro números de una diagonal que sube más los cuatro número de la diagonal respectiva que baja suman 260

Tomado de la interesante página educativa:
http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar2008/educontinua/mate/lugares/mate2i.htm

jueves, 20 de agosto de 2009

Recrea tu vida: la verdadera creatividad está en ti

UN VIDEO PARA ANIMAR A LOS NIÑOS A SER CREATIVOS Y PARA REVIVIR ASPECTOS DE LA CREATIVIDAD EN TODOS

De "Mi célula creativa" en You tube y blog: http://blog.micelulacreativa.com

martes, 18 de agosto de 2009

EL POTENCIAL EDUCATIVO DEL AJEDREZ Y DE LA CREATIVIDAD


El ajedrez, al unir el entretenimiento con la creatividad, ha hecho que su difusión entre los niños y jóvenes sea una actividad de privilegio en la educción.
Modernos estudios siguen comprobando lo que ya se sabía desde hace décadas: que el ajedrez aumenta muchas capacidades, como por ejemplo la concentración y la reflexión, y que también desarrolla la creatividad no sólo para el juego sino para la vida misma.
En un mágico escenario donde se lucha una batalla de ideas, cada jugada genera nuevos problemas para el rival. Esta sucesión de retos convierten al juego ciencia en toda una escuela de pensamiento lógico y de la pasión de crear.
El comprobado desarrollo intelectual y emocional de los aprendices hace que el fomento de este juego sea mayor día a día.
Si paralelamente a la enseñanza del ajedrez le añadimos elementos de despliegue de la creatividad (anécdotas de grandes creadores, pasatiempos de lógica y verbales, actividades lúdicas, para citar unos ejemplos) dispondremos de un terreno fértil para la imaginación y formación de los estudiantes. Los veremos aumentar sus cualidades de entusiasmo, reflexión, planeación de estrategias, actitudes de paciencia, confianza, apertura mental, apreciación del sentido estético y mucho más.

Una carta con términos asociados al ajedrez



El siguiente texto es para una Dinámica de M. Yepes. A los niños o a los jóvenes se les da una fotocopia o se les lee la carta, y se les pide que encuentren palabras asociadas al ajedrez.

De: Victoria Torres Capablanca
Para: Blanca Reyes Cuadrado

Hola Blanca. ¿Cómo está tu madre, doña Reina? ¿Cómo va con su industria de alfileres? Y tu tío, el obispo Montenegro está bien?
Quiero comentarte sobre tu intención de ennoviarte con Roque Caballero. Creo que no es una buena jugada. ¿No te has dado cuenta todavía ni has analizado sus tácticas y estrategias para vivir de los demás?
Le gusta vivir como a un rey y dejar que los demás trabajen para él. Eres mi amiga pero debo abrirte los ojos para que no te encasilles en tu visión de los valores de Roque. No quiero que la situación sin defensa te lleve a un jaque mate. Sus tácticas de ajedrecista mañoso pueden volverse en tu contra.
Ayer, en su clase en el colegio, escribió en el tablero: En la vida todos somos fichas. Sólo triunfan quienes más jaques dobles den”.
No me gustó la frase. Además está un poco trastornado. Se puso una gorra negra, una camisa blanca, un pantalón negro y unos zapatos blancos, dizque porque los contrastes son la base dialéctica del pensamiento. ¿Puedes creerlo?
Y su maletín era de cuadros blancos y negros. Sólo faltó que se hubiera puesto una media blanca y una negra…
El vive encerrado en la torre de marfil de sus ideas. Se cree todo un campeón pero no sabe relacionarse con la gente. La única bebida que toma es el mate.
El año pasado compró dos caballos blancos y dos de caballos negros para su finca, dizque para ajedrezar el ambiente. Y duerme en una cama de puras tablas, sin colchón.
¿Quieres que él te convierta en algo así como un peón que puede mover a su antojo?
¿Has visto la pieza de su casa? Está llena de afiches muy raros que dizque porque hacen juego con su personalidad. Cree así capturar la atención de todos los que entren.
Espero que pienses bien la movida con él. A todas les promete lindas coronas y finales felices. Pero luego las deja en el aire con sus desplantes, No tiene ninguna calidad.
Espero que tengas defensas ante sus promesas de amor. Me daría un ataque al corazón si te viera saliendo con él. Últimamente te veo algo enferma, con tus defensas bajas.
Espero que me hagas caso y lo abandones antes de que sea tarde.
Con cariño, tu amiga,
Victoria Torres Capablanca.

lunes, 17 de agosto de 2009

PSICOLOGIA Y AJEDREZ. Porqué se cometen errores



PSICOLOGÍA EN AJEDREZ
http://www.fasbo.com.ar/ajedrez_psicologia.htm

María de las Nieves,de Cuba, además de poetisa, es sicóloga, ajedrecista, narradora oral escénica e integrante, junto a su esposo Leonel Pérez, del dúo Ad Líbitum, de trova y poesía.

Psicología de los errores típicos del ajedrecista
María de Las Nieves Morales Cardoso, Licenciada en Psicología

(...) Existen múltiples géneros de la literatura ajedrecística: manuales de apertura, tratado del medio juego y final, compilaciones de partidas selectas de grandes jugadores, etc. Sin embargo, escasean aquellos trabajos dedicados a un análisis riguroso del proceso del pensamiento a través del cual el ajedrecista hace uso de todos sus conocimientos y arsenal técnico. Esto sucede a pesar de que para cualquier maestro está clara la necesidad de establecer los defectos típicos de la actividad intelectual en el transcurso de la partida y de hallar procedimientos que aumenten su efectividad y disminuyan el número de errores. Con lo anterior no queremos negar el valor pedagógico del error para el perfeccionamiento del ajedrecista. El aforismo de Tartakower: "En ajedrez sólo se aprende de los errores" es indiscutible, pero ¿es forzoso aprender sólo de nuestros propios errores? También podemos aprender de los ajenos. Y este es el propósito del presente trabajo; con él pretendemos poner en guardia a prácticos y pedagogos contra aquellos errores de orden psicológico que se repiten con más frecuencia en la práctica ajedrecística.

CONSIDERACIONES GENERALES ACERCA DEL ERROR Y SUS CAUSAS
"La partida de ajedrez, como planteó Tartakower es decidida por un error. Claro que no es lo mismo de quién, si del contrario o de uno." El ajedrez es a menudo un juego cruel, la alegría del triunfo va contigua a la amargura del fracaso y es fundamental asumir el mismo buscando en nosotros las causas. No pocas veces el ajedrecista que ha sufrido una derrota riñe con la casualidad. Él mismo no entiende porqué ha cometido un error tal, si había jugado tan bien la parte principal de la partida. Había sostenido tan correctamente la lucha posicional, y no se había quejado tampoco de los aspectos tácticos. Este jugador por lo general termina atribuyendo su derrota a una mala pasada del azar. Pero los errores son casuales sólo en apariencia; en realidad ellos siempre están vinculados a las complejas exigencias psicológicas que el ajedrez plantea a quienes lo practican. En el pensamiento ajedrecístico se entremezclan las consideraciones generales de orden posicional con elementos del cálculo concreto, y la habilidad para encontrar el justo medio entre estos aspectos y para recordar el papel de cada uno de ellos en un momento determinado de la lucha es el patrón por el que se mide la fuerza del jugador. Al sobreestimar el rol que desempeñan los elementos tácticos, se cometen con frecuencia errores ligados al concepto estratégico de la posición. Por otra parte, un exagerado respeto a las leyes generales o un juego basado únicamente en ellas, a menudo da origen a errores tácticos. Las valoraciones generales y el cálculo de variantes no son elementos abstractos, sino que determinan la elección de cada jugada. En la partida ellos se unen formando una trama compleja que se dificulta aún más en función de las características psicológicas del jugador.
(...) Como bien estima Emmanuel Lasker, el ajedrez es ante todo, una lucha entre dos personalidades. Tras la vida de las piezas está el ser humano concreto, y no podemos comprender los secretos de la lucha ajedrecística si prescindimos de la psicología, las inclinaciones y el carácter del hombre inmerso en esta lucha, en la cual el intelecto se manifiesta como un compo¬nente entre otros. Es el individuo como personalidad quien analiza, elabora planes, calcula variantes, se defiende o ataca, y también quien se equivoca y pierde. Todo ajedrecista comete errores. En las partidas entre principiantes la "falta de información" conduce a equivocaciones tan graves que cada una de ellas bastaría para decidir inmediatamente el resultado de la contienda. Claro que muchas veces el adversario no los aprovecha y la partida continúa.

Las partidas entre jugadores experimentados tienen características diferentes. Generalmente en ellas el error no es consecuencia forzosa de la complejidad objetiva de la situación, sino mayormente de la indebida postura del jugador ante ésta. Incluso en aquellas posiciones más difíciles objetivamente, los factores psicológicos tienen también un peso importante en la comisión del error.
Pongamos por ejemplo aquellas posiciones donde es obligado pasar a una defensa pasiva, sin posibilidades de contraataque, y donde la práctica ha demostrado que son especialmente vulnerables aquellos jugadores de más alto nivel. Es evidente que estas posiciones son objetivamente difíciles de manejar, y aún cuando el análisis permite demostrar que la situación es sostenible, la necesidad de encontrar paso a paso jugadas individuales conlleva una alta probabilidad de error. Pero ésta no es la única causa; muchas veces el error se produce cuando las dificultades principales ya han sido salvadas. Sucede que en la actualidad gran parte de los ajedrecistas de alto nivel están acostumbrados a desarrollar el juego de forma tal que posean la iniciativa. Producto de ello, la dificultad psicológica que implica la defensa pasiva conduce a un gran desgaste de las fuerzas del defensor, quien frecuentemente termina por equivocarse.


LOS ERRORES DE ORDEN PSICOLÓGICO. SU CLASIFICACIÓN Y ANÁLISIS
Es obvio que en las partidas de ajedrez entre jugadores experimentados, detrás de cualquier error encontramos un defecto en el proceso de pensamiento. ¿Y detrás de esa defecto, qué hay? Impulsividad, negligencia, excesivo optimismo, sobreestimación de las propios posibilidades, inseguridad, etc.
Cualquiera de estos factores, e incluso muchos otros, pudieran constituir la base psicológica del error. Una clasificación que aborde exhaustivamente todos y cada uno de ellos sería demasiado extensa para el presente trabajo, por eso decidimos reunir los errores típicos más importantes en dos grupos fundamentales:

Grupo I: Incluimos aquí aquellos errores que son provocados en general por una insuficiente disciplina interna del ajedrecista.
Grupo II: En este grupo aparecen los errores vinculados más directamente a ciertas peculiaridades de la personalidad del jugador.
Analicemos ahora algunas posiciones que ejemplifican los errores a que nos referimos.

Errores típicos del Grupo I
a. La casilla desaparecida
No sólo los principiantes cometen errores graves. También a veces lo hacen los maestros, pero por causas totalmente diferentes. Frecuentemente el error se produce a causa de que ante nuestra vista se hallan el tablero y las piezas. Para calcular una variante es necesario apartarse con el pensamiento de la posición que se halla sobre el tablero y representarse mentalmente una nueva posición, resultante luego de una serie de jugadas de ambos bandos. Si se transfieren íntegramente a esa representación las características de la posición de partida, entonces ésta no ayuda, sino que entorpece el análisis. El Gran Maestro y Doctor en Psicología Nikolai Krogius le llama a este defecto imagen residual, pero Ilin Shenevski ya hablaba de tales casos en el año 1928.

b. La pieza olvidada
En ocasiones sucede que las operaciones en un sector del tablero, cautivan de tal modo la atención del ajedrecista que éste centra totalmente su atención en las piezas que toman parte directa en las amenazas y sus repercusiones. En cambio parece como si se borraran de la mente aquellas piezas situadas lejos del sector donde se desarrolla la lucha. Esta "estrechez de la atención", según le llama Krogius, limita la amplitud del pensamiento y hace que se cometan errores.

c. La jugada natural
"Jamás hemos de ceder al encanto aparente de las jugadas naturales", escribió en su tiempo el campeón mundial Alexander Alekhine. Todos los manuales de ajedrez para principiantes advierten sobre el peligro de las jugadas que saltan a la vista, sin embargo, miles de aficionados de diversas fuerzas capturan o defienden mecánicamente piezas atacadas, olvidando que a veces estas respuestas no son nada ventajosas.

d. El peligro del éxito
El deseo de retomar lo antes posible una partida ganada puede provocar un inesperado desastre. ¡Cuántas veces, aun los jugadores más experimentados, después de haber logrado una superioridad posicional o material relajan irresponsablemente su atención y pasan por alto las sencillas amenazas del adversario! En estos casos, la ventaja obtenida se convierte en un estímulo psicológico negativo y el ajedrecista deja escapar la victoria.

e. La confusión de ideas
Suele ocurrir que en determinadas posiciones puede escogerse entre dos planes distintos de juego, en tal caso no hay peor cosa que tratar de llevar a cabo ambos planes. Resulta una confusión de ideas tal, que no se logra cumplir ninguno de las dos.

Según Krogius, este tipo de error tiene en su base la inestabilidad de la atención. Ella se manifiesta cuando el pensamiento pasa de un punto a otro de la posición sin la continuidad lógica necesaria para llegar a una conclusión útil. Por consiguiente, los planes se mezclan y se realizan desacertadamente.
Hasta este momento hemos presentado una serie de errores que tienen un denominador común: todos ellos de una forma u otra provienen de una insuficiente disciplina interna del jugador, o si se prefiere llamarlo de otro modo, de una incompleta o inadecuada organización del proceso intelectual a través del cual el ajedrecista pone en práctica sus conocimientos. Lógicamente, ustedes se preguntarán cómo combatir errores semejantes, por eso a continuación haremos referencia a una serie de medidas que los estudiosos del tema consideran útiles en estos casos.

Recomendaciones para evitar errores

Aunque parezca una recomendación puramente ajedrecística, el juego a la ciega es quizás el mejor procedimiento de preparación para perfeccionar las cualidades dinámicas de la atención y el pensamiento. Esta forma de juego exige una constante y precisa comparación de las imágenes anteriores con la posición presente y una sistemática verificación de la postura exacta de las piezas, lo cual requiere de grandes esfuerzos volitivos.
Método equivalente es el estudio de trabajos sobre ajedrez sin verificarlos sobre el tablero, entrenamiento que muchos maestros actuales practican asiduamente.
Otros procedimientos recomendados son ejercitarse en el hallazgo de soluciones paradójicas, en la búsqueda de recursos ocultos de la defensa en posiciones difíciles, descubrir toda excepción de la regla y desarrollar lo concreto del pensamiento. Con ello el ajedrecista se contamina de un escepticismo muy útil en la valoración de la posición.
Asimismo es muy efectivo el método de "cruzar la línea", donde el jugador trata de abstraerse de los propios intentos y de pensar por el adversario, así pueden descubrirse ideas que se escapan cuando se piense unilateralmente.

Las partidas rápidas y las sesiones de juego simultáneo cronometradas, por su parte, han mostrado que pueden contribuir a aumentar la capacidad y variabilidad de la atención. Claro que en la lucha contra estos errores, si se quiere ir al fondo del problema, se hace imprescindible un estudio serio y riguroso de las peculiaridades y etapas del proceso de pensamiento en la partida de ajedrez, con el fin de, sobre esta base, planificar el "entrenamiento mental" del jugador de forma consciente y organizada. Sobre esto hay aún mucho por investigar, así que por nuestra parte, preferimos pasar ahora a la exposición de una serie de errores de naturaleza psicológica más estable: son aquellos que están más vinculados a la personalidad del ajedrecista.

Errores típicos del grupo II
a. Insuficiente flexibilidad del pensamiento
La práctica ajedrecística demuestra cada vez más la necesidad de un pensamiento elástico, capaz de adaptarse al rápido cambio de los acontecimientos que se presenta especialmente en las posiciones agudas. Pero incluso los jugadores más experimentados presentan problemas en este sentido
La falta de flexibilidad en el pensamiento se expresa, por ejemplo, en el hecho de aferrarse a un sistema de apertura cuestionable o poco claro objetivamente, o en la aversión por asumir compromisos difíciles y por hacer concesiones perfectamente justificables. Pero el ajedrecista que sufre de estos males debiera preguntarse si no los sufre también en su vida personal. ¿Le es difícil modificar sus hábitos? ¿Se incomoda cuando tiene que renunciar a planes sin importancia o cuando alguien cuestiona su opinión? ¿Es una persona flexible, o acaso, sin darse cuenta, tiende a la rigidez? Aquí pudieran estar las verdaderas respuestas.

b. El exceso de autoconfianza
El esfuerzo en pro del perfeccionamiento ajedrecístico excluye totalmente la autosuficiencia. Sobreestimar las propias posibilidades y subestimar las del adversario es un comportamiento psicológico erróneo que lleva a una valoración subjetiva y unilateral de la posición. Un exceso de autoconfianza puede hacernos olvidar los puntos de vistas del contrario, esto le sucede incluso a los grandes maestros.

c. La inseguridad en las propias fuerzas
En el ajedrez la objetividad no sólo se pierde producto de la autoconfianza exagerada, sino también por inseguridad. La subestimación de las posibilidades propias y la sobreestimación de las del adversario pueden llevarnos incluso a una prematura capitulación psicológica. Además del excesivo respeto por el contrario, hay otros factores que pueden influir en la disminución de la autoconfianza. Entre ellos se cuentan las posiciones a las que no se está suficientemente habituado, una defensa prolongada en posición difícil, el apuro de tiempo, etc. Pero la causa fundamental, por regla general, es la subestimación de las propias fuerzas, y es sobre ella que debemos trabajar.

d. Error de estilo
Al estilo del ajedrecista van unidos muchos problemas. Al principio de este trabajo decíamos que la habilidad para encontrar un equilibrio entre las valoraciones generales y el cálculo concreto es el patrón por el que se mide la fuerza del jugador. Es lógico que tengamos cierta preferencia por una forma de juego determinada, pero esta preferencia puede convertirse en un arma de doble filo si no es asumida con flexibilidad. Muchos ajedrecistas "posicionales", al inclinarse hacia el pensamiento abstracto, desarrollan una tendencia patológica a evitar cualquier tipo de complicación, lo cual los lleva muchas veces a subvalorar las posibilidades tácticas. A muchos jugadores "tácticos" les sucede precisamente lo contrario. Nimzowitch decía sobre Spielmann, un jugador combinatorio muy capaz:
"Spielmann no está en condiciones de transigir. Esta característica tiene su origen precisamente en su temperamento. Incluso las jugadas de defensa, como proteger un peón débil con una Torre, le son ajenos. Por tanto, en el enfrentamiento con él hay que tratar de simplificar la posición, a fin de excluir los motivos de ataque, y luego realizar un juego de presión en ambas flancos."

Los errores analizados en este segundo grupo tienden a estabilizarse profundamente, en este sentido son más difíciles de combatir. Por ello, en el camino hacia el perfeccionamiento del ajedrecista es imprescindible tener en cuenta la necesidad de enfrentar la educación de su personalidad como un todo, incluyendo tanto los aspectos cognitivos como los afectivos, tanto el pensamiento como la vivencia. El ajedrez es, indiscutiblemente, una vía magnífica para el diagnóstico de la personalidad, pero también podemos convertirlo, con conocimiento de causa, en un agente potenciador del autodesarrollo de la misma. Nuestro estudio panorámico de algunos errores típicos que se cometen en la partida de ajedrez, toca a su fin. Por supuesto que han quedado muchos aspectos sin abordar debido a la complejidad y extensión del tema, pero esperamos que lo expuesto en este trabajo sirva para contribuir al perfeccionamiento de entrenadores y jugadores. Y si a partir de este momento algún ajedrecista comienza a reflexionar sobre sus fracasos y a mirar con otros ojos su manera de jugar, entonces estaremos seguros de que no hemos trabajado en vano.

BIBLIOGRAFÍA
Krogius, N. V.: La Psicología en ajedrez. Colección Esca¬ques, Barcelona, 1980
Maceiras, Nery: La organización del pensamiento en el ajedrecista, Ciudad de La Habana, 1993 Persits, B.: Errores típicos. Colección Escaques, Vorohkov, B.: Barcelona, 1976
Peña Grasso, I.: La educación de la personalidad del ajedrecista, Ciudad de La Habana, 1993
Suetín, Alexei: Typische feh 1er Editorial Sportverlag, Berlín, 1980.

Este artículo fue originalmente publicado en el boletín de Ajedrez en Cuba.
Gracias a Francisco Acosta Ruiz, quien se encuentra actualmente trabajando en la elaboración de un megasitio dedicado a José Raúl Capablanca.

viernes, 14 de agosto de 2009

Dos cuentos


EL PEONCITO REBELDE

El peoncito se rebeló a su destino. No quería seguir caminando derecho, hacia el frente enemigo. Prefirió salirse del tablero de ajedrez. Se metió a un partido de parqués y se cambió por una ficha amarilla que estaba distraída. Se aburrió muchísimo. ¿Por qué? ¿Qué le pasó a nuestro peoncito?

Se aburrió mucho porque varias veces lo metieron a la cárcel y tenía que esperar dados indicando pares para poder salir. Y además veía que los fichos compañeros, cuando llegaban al “cielo” no se podían transformar en dama o en otra figura.
Hizo un esfuerzo inmenso y regresó al tablero de ajedrez, donde se sintió tan, pero tan feliz!

LA MARIPOSA MARY EL LOTO DELICIOSO

Esta era una mariposa llamada Mary y quería volar al Loto perfumado del otro lado de la montaña.
Muchas de las otras mariposas comentaron que eso era imposible, que ese Loto no existía. Incluso empezaron a reírse de ella.
Pero Mary sentía que la naturaleza le había dado alas para volar más alto. Que tenía sueños para realizar. Que presentía un sabor que era más exquisito que lo conocido por las mariposas comunes. Estaba aburrida de probar sólo las mismas flores de las que se alimentaban todas.
Se dijo:
-Siento deseos de volar más lejos, de ir adonde otras mariposas no han ido nunca.
Y Mary se dedicó entonces a fabricarse unas alas más grandes.
Todas le dijeron:
- Eres una tonta.
Y se burlaron.
- No importa
Si los humanos, que no tienen alas, hicieron aviones para volar, yo también me crearé algo parecido para remontarme lejos.
Y le consultó a un pájaro ingeniero muy experto, sobre las nuevas alas que necesitaba.
- No es necesario tal experimento, le explicó Ruiz, el pájaro feliz.
Sólo te voy a enseñar un método del arte de volar para hacer realidad tu ideal: todos los días vas a practicar con tus alas, y vas a tratar y tratar de hacerlo con mucha alegría, sin que te preocupe si lo haces muy bien o no, y sin importar qué digan las demás mariposas. Quiero que seas muy creadora, que despliegues tus alas en nuevas maneras de volar, que asciendas más alto, más lejos. Y un día conocerás los hermosos lagos rosados, blancos y amarillos del otro lado de la montaña.
Y te prometo que si practicas con voluntad verás los resultados porque uno se vuelve muy experto en aquello que más practica.
Incluso para fortalecerte en las emociones debes practicar la paciencia, la concentración y la alegría. Y una y otra vez intentar mejorar. No te preocupes por los comentarios como “mira a la tonta Mary: se cree superior a nosotras. No hace lo que hacemos todas”.
Mary se sintió feliz y decidió tratar. Sus alas crecían fuertes, pero sentía que no podía remontarse al otro lado de la montaña. Pero no abandonaba sus sueños. Seguía y seguía con sus intentos aunque no lograba la perfección que soñaba.
Pero después de algunos meses de esfuerzos, un poco frustrada por no poder realizar su sueño, volvió donde el pájaro ingeniero. Se sentía decepcionada por los bajos resultados.
- ¡Qué hermosas y fuertes se ven tus alas! Le dijo Ruiz, el pájaro feliz.
- Sí, pero para qué si no puedo remontarme hasta el otro lado de la montaña.
Bueno, le dijo Ruiz. Ahora que has trabajado con empeño, te has ganado el derecho a que te revele la manera de alcanzar tu sueño.
Mañana, durante el medio día, habrá un viento muy intenso. Una mariposa de alas débiles no puede elevarse con ese viento. Pero tú sí que puedes. Y la corriente te llevará con facilidad sobre la montaña. Todos los ejercicios que parecían sin un objetivo preciso sí lo tenían.
Y como sé que ahora sí vas a ir, quiero que les cuentes a las demás mariposas sobre el Loto.
¡Qué maravilla! Dijo Mary.
Y efectivamente, pudo hacer su vuelo tal y como se lo había explicado Ruíz.
Y cuando regresó les dijo a las demás mariposas:
¡El Loto es delicioso! Su fragancia se percibe desde la distancia ¡y es tan dulce! Y lo mejor, estoy muy contenta de poder enseñarles a todas sobre la manera de llegar allá.
¿Quieren saber cómo?
¡Claro!, exclamaron todas en coro.
Esta es la fórmula:
“Practicar y practicar y tus sueños alcanzar”.
Y desde ese día las mariposas aprendieron a remontar la montaña para obtener el dulce néctar del Loto perfumado.

Miguel Yepes